Animal cautivo

Hay que asumir que se es un animal, cautivo, entre los límites poco claros del espacio cibernético, universal, dudosamente real. Soy un animal... sólo tengo esa certeza y no me queda otra alternativa que escribir poesía para humanizarme. Tal vez debo decir solamente Escribir. Sé que no es la mejor manera para instalarse en un blog dispuesta a cazar espíritus. Pero tengo un hambre de pasión metafísica que convierte en Dios todo lo que toco.

domingo, diciembre 21, 2014

"Lo que ocultan los vestidos" o las fuerzas subterráneas femeninas






“La brujería, los encantamientos, la alquimia y la creación son una misma cosa.” La poesía de Lila Calderón



Presentación de libro “Lo que ocultan los vestidos” de Lila Calderón, Furia del Libro, diciembre 2014, por Omar Pérez Santiago
Lo primero que me agrada de “Lo que ocultan los vestidos” de Lila Calderón es que tenga una sutil y sugerente introducción, donde presenta su propia poética. La tradición de pensar una poética, es muy antigua. La inicio Aristóteles en el siglo IV a.c. O el poeta griego Horacio.
No es muy común encontrar poetas que tengan, elaboren o piensen una poética, es decir que reflexionen estéticamente sobre su propia poesía, y que aporten una mirada sobre su propia experiencia como creador. No es común pues para hacer una poética hay que tener sabiduría acumulada, una obra hecha, y capacidad de mirar y pensar su propia experiencia.
Lila Calderón lo hace con absoluta prestancia y potencia intelectual. Sugerente e inteligente introducción de Lila Calderón donde reflexiona sobre el tiempo manipulable; sobre el azar como un código a descifrar; lo real y el sueño, como la misma cosa.
“He debido crear un vida apropiada para mí” dice Lila Calderón
Lo segundo que me gusta de “Lo que ocultan los vestidos”, es que es un libro escrito por un espíritu muy libre. Lo que ocultan los vestidos de Lila Calderón es, primero, libre de las limitaciones que imponen los géneros literarios. Lo que resulta es una vertiginosa y musical alternancia de poesía y prosa capaz de traer al presente una vida nueva para la memoria. Lila Calderón es artista visual y entonces agrega además dibujos, o fragmentos de su obra gráfica. Y en la portada incorpora los dibujos de su obra “Las diosas tutelares”. Lila Calderón es un artista inquieta que no se estaciona en un sólo género. Como la hibridación de géneros que proponían las vanguardias, una especie del diario íntimo y moderno (antepasado de los blogs, de Twitter y hasta del mismo Facebook). “Lo que ocultan los vestidos” es una variedad de escritura que nos otorga una gratísima sensación de libertad.
Hay en el libro una manifestación existencial. Es una vida, como todas las vidas, con formato temporal. Nos vamos a morir o estamos ya muertos. Es musical, es femenino, y tiene mucho de maga. Dice Lila Calderón, “una sola palabra podría significar la ruina”. O podríamos decir: “una sola palabra podría significar el éxito”.
¿Cuál es la palabra? ¿Cómo se llega a esa palabra mágica que nos puede llevar a la ruina o al éxito?
Esas palabras mágicas a veces están a punto de mencionarse en el libro de Lila Calderón.

Primero, ella tiene fe en las palabras.
Es muy difícil ser poeta si no se tiene fe en las palabras.
Y Lila Calderón cree en las palabras y realiza un juego envolvente para tener o crear palabras mágicas.
Hay que saber alquimia. Haber vivido, tener una vida. Palabras mágicas para hacer hechizos o rituales o amarres.
Se me ocurre, mientras leía el libro “Lo que ocultan los vestidos”, que, quizás, el objetivo central de un poeta sea descubrir sus propias palabras mágicas.
“La brujería, los encantamientos, la alquimia y la creación son una misma cosa.” No puede decirlo más claramente. Eso los escribe Lila Calderón en “Lo que ocultan los vestidos”.
Son misterios de mujeres, ya lo insinúa el título “Lo que ocultan los vestidos”.
Finalmente, la otra cosa que me gusta de “Lo que esconden los vestidos” es su manifiesto rompimiento con el realismo y el naturalismo.
Ha predominado en Chile el realismo. Las novelas chilenas, se dice como en broma, son escritas con ladrillos.
¿Hay una ruptura?
No necesariamente.
¿Se ha iniciado la lucha contra el realismo en Chile?
No necesariamente.

Pues en Chile se ha escrito mágicamente desde hace mucho. Solo que son corrientes potentes pero silenciosas. Y quiero nombrar a una sola escritora chilena, que me gustaría asociar con Lila Calderón, se llama María Luisa Bombal. La Amortajada, La última Niebla, La historia de María Griselda, sus obras centrales.
Lila Calderón juega con lo real y la fantasía, la magia y el sueño femenino. La belleza y la imaginación. El murmullo confidencial y misterioso, la identificación inmediata con las fuerzas subterráneas femeninas.
“Lo que ocultan los vestidos” de Lila Calderón es un libro inteligente, maduro, sutil, musical y libre.



LILA CALDERON (La Serena, 1956)
Poeta, artista visual, Magíster en Estudios Latinoamericanos de La Universidad de Chile. Ha publicado, en poesía: Balance de blanco en el ángel del triste Durero (1993); In memoriam (1995); Por suerte había otra vida (1999); Piel de maniquí (1999) y Animal Cautivo (2010), Lo que ocultan los vestidos (2014). En narrativa: Animalia (2002); La gran fuga (2002), Estrella y el caleidoscopio (2013). Su obra se encuentra antologada en Nueva poesía latinoamericana (M.A. Zapata, UNAM, México, 1999) Los cuatro puntos cardinales son tres: el sur y el norte (D. Calderón, Ed. Arte y Literatura, Cuba, 2008), entre otros. Obtuvo el Primer premio en Video-poesía de FILSA (1994) Y El Primer Premio en Encuentro de Cine y Vídeo del Caribe (Cuba, 1998). Ha expuesto trabajos de poesía visual y pintura, entre los que destacan: Liquidación por cambio de temporada (2005) y Diosas Tutelares (2013).




2 Voces dicen:

Blogger mentecato Dice...

Tú y la poesía son la misma cosa.

Un abrazo.

miércoles, diciembre 24, 2014 12:42:00 a. m.  
Blogger Lila Dice...

Cariños y abrazos amigo, y que pases una feliz navidad.

Gracias por estar siempre presente.

Lila.

miércoles, diciembre 24, 2014 6:23:00 a. m.  

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