Recordando el primer curso
Mi hermana Therese llegó a verme y traía consigo una cantidad considerable de viejas fotografías. Ésta me impactó, creo no haberla visto nunca antes, pero me despertó el recuerdo claro acerca de dónde se inicia mi mala fama de algo que aún no sé definir.
Estamos las dos ahí sentadas, una delante de la otra y era el primer curso, Kinder, teníamos cuatro y cinco años, mi mamá nos había puesto en el mismo nivel y estuvimos juntas todo el año, pero al año siguiente, la profesora le pidió a mis padres que me dejaran a mí un curso más abajo, porque no estaba permitiendo el buen desarrollo de sociabilidad y autonomía de mi hermana, por lo cual y desde entonces me he vuelto sospechosa. No sé claramente de qué, pero cada vez que ocurría algo en la familia todos se preguntaban si yo había estado cerca e interrogaban a medio mundo para saber de quién había sido la idea.
Desde entonces mi mala fama cundió rápidamente y luego me colgaban incendios, pérdidas de objetos de las visitas, apariciones de duendes, desorden de libros y revistas en el escritorio de papá, teclas de máquina de escribir fracturadas, entre cosas algo más complejas aún para un inocente angelito como yo, que se vio obligada a aburrirse un año completo repitiendo un curso donde había que hacer palotes y estrellas, dibujar nubes y paraguas y morirse de hambre hasta la hora del recreo.
24 Voces dicen:
Por supuesto que esta no es una fotografía... es un daguerrotipo.
Habrá que averiguarnos la edad con la prueba del carbono catorce.
Por cierto, la "inocente niñita", tiene las maldades que piensa cometer a lo largo de su vida, pintadas en la carita.
Fíjense bien que no mira a la cámara, ella mira al futuro.
Por eso es una diosa trina, y ya se sabe, las diosas también comienzan desde pequeñas.
..... La felicidad de los niños esta llena de mundos incomprensibles de los adultos, culpas inexplicables, sueños innerrables, amores imposibles, enemigos ocultos.... me encantan los niños y sus mundos y los adultos que siguen viviendo en ellos.
Y como dice tu hermnita gracias a eso ahora eres tres veces trina....
Besos para ti
Jajajajaja, menudo "elemento" debías y debes ser.
Muero por saber cual de todas.
Besos.
Jajajaja, ya sé, eres la única que no mira a la cámara, no sé si miras el futuro o considerabas que la foto era un pérdida de tiempo pudiendo estar delinquiendo en clase, jajajaja.
Otro beso.
Querido Toro, la única que no mira a la cámara es mi hermana Therese, la que además no tiene las manos cruzadas. Yo estoy delante de ella bien seriecita, como A. Perkins en el final de "Psicosis", pensando que no le hará nada a la mosca que lo sobrevuela y molesta, porque sabe que muchos ojos lo están mirando y cualquier cosa que haga puede volverse en su contra.
Pero debo recnocer que sí era un "elemento" y que la curiosidad me exigía mucho.
¡Qué maravilloso! Yo te vi actuar en grandes reuniones, sé de qué se trata aquello de hacer diabluras ¡si lo hacías a esa tierna edad, cómo no ibas a hacerlo en pleno 2006!
El pelo enrulado es apéndice del movimiento interno.
Un beso, Liliña, y otro para tu hermana.
Romana.
Hazte de fama y èchate a dormir. Abrazos.
Lila,
Recordar é viver...
Besos,
Pedro
Claro, porque re-cordar es volver- a-pasar-por-el-corazón.
besos infinitos,
Ena
Que bom recordar.É carinho!
Um abraço*
Gracias Leonardo ¿y cómo te voy a reconocer ahora con el pelo corto corto? Tú tendrás que hablarme primero cuando nos encontremos.
Abrazos.
Me despistó el comentario de ella.
Es ella la mala entonces....
Besos.
Mira, torito y salvaje, además; yo te lo voy a explicar. Hay 2 niñitas vestidas iguales, cosa que no ha cambiado mucho. La crespita y chascuda con las manitos cruzadas y mirada de malula traviesa es Magritte. ¿No le alcanzas a ver las travesuras dibujadas en la cara?
Haz click en el daguerrotipo y se verá más grande, entonces, captarás los detalles.
Detrás de ella, pelo corto y liso, con cara de santa e inocente niñita, que sí lo era, es la Bovary, o sea yo, la que le llevé la foto y me la quitó, porque yo la iba a poner en mi blog... Y sin decir agua va, ya tenía la foto arriba con texto y todo, mientras su hija Cecilia me seguía escaneando fotos de la prehistoria en La Serena.
Como yo era lenta para todo y medio miedosa, no, miedosa entera, en verdad, ni siquiera alcancé a juntar y cruzar las manos sobre el banco ni a mirar a la cámara, cuando ya estaba todo oleado y sacramentado.
¿Vamos bien hasta aquí, Toro Salvaje?
Sigo: la niñita crespa y malula solía hostigar permanente al niñito que aparece sonriendo en la primera fila de la foto a la derecha de la pantalla. El pequeño, llamado Julio, era un angelito que tenía que tolerar a la rubiecita crespa cada vez que la profesora salía de la sala dejándonos alguna tarea estúpida como hacer palotes por ejemplo.
Entonces la pequeña Magritte, inmediatamente se levantaba de su silla, se dirigía hacia el pupitre de la profesora, tomaba el puntero y partía donde Julio y le decía:
-Ponga las manos sosbre la mesa.
Y el niño obedecía.
Entonces ella con el puntero le daba fuertes golpes en las manos y decía en voz muy alta, con todo el curso en silencio y la vergüenza ajena de Bovary:
-¡Así es que Julio...! decía, mientras le daba varillazos en las manitos, cosa que el niño consideraba como lo más normal del mundo.
Y seguía ella:
-¡Julio! nadie puede llamarse julio, agosto, septiembre, octubre.
Y vamos dándole varillazos por cada mes del año.
Cuando se aburría o llegaba la profesora, terminaba el suplico del pequeño.
Le cuento también, amigo torosalvaje, que ella durante los recreos vigilaba la puerta de calle y cuando desparecía el portero, ella la abría y se escapaba del colegio, día por medio.
A mis padres les explicaba que no le gustaba el encierro ni estar sentada ahí aburriéndose, porque lo pasaba mejor en la casa. Y vaya que lo pasaba mejor, recortando las cubrecamas, provocando pequeños incendios, escondiéndoles los lentes a los amigos de nuestro padre, lentes que jamás aparecían y ella se burlaba diciendo distintos lugares donde los había dejado y tenía a una tropa de adultos a su disposición para burlarse de ellos.
Mis padres ofrecían disculpas, mientras la preocupación por el futuro de la hija segunda, Magritte, crecía con ella y con el tiempo.
Esa es alguna pequeña muestra de quién es verdaderamente la niñita Magritte: Esta no es una pipa, usted comprende.
Más adelante, si a alguien le interesa, puedo contar otras historias protagonizadas por este "angelito", que con el tiempo a llegado a ser Triministra de la Corte de Lear y ha desarrollado la capacidad de salir volando a los cielos en cuerpo y alma, arrastrando consigo a bufones y heraldos.
Therese Bovary
Testigo directa de los hechos y los deshechos
señora teresa : estoy muy interesado en la continuación de esa historia . en particular me gustaría saber que fue de aquel pobre niño , Julio. al final ¿cambió de nombre o de país? , ¿se hizo misionero tal vez ? , ¿terminó de pediatra o de maestro ?, ¿se hizo crítico literario o alumno de alguna universidad santiaguina ?. cuéntenos , por favor , más detalles.
Ay, mi Colombine, de esos niños nunca más supimos. Pero tal vez, sí, el pobre muchachito debió sufrir algún tipo de transformación, porque era verdadera agresión intraescolar a la que lo sometía la pequeña Magritte.
En esos tiempos, la agresión física y psicológica no estaba penada por la ley. Sin embargo, la psique, usted sabe, no transa y tienen memoria de miles de millones de megawaits, de manera que no me asombraría que el pequeño Julio se hubiese cambiado de nombre a Tulio.
Sospecho que anduvo por años probando distintos tipos de terapias psicológicas, y no me extrañaría que actualmente esté viviendo en el Tibet.
Veré alguna forma de conseguir más información sobre ese ciudadano chileno que carga con los varillazos de la lila infame.
Hasta pronto, Colombine.
Y sobre la pequeña Magritte, habría que escribir una obra semejante a "En busca del tiempo perdido" para dar cuenta de cuanta barbaridad cometió desde su más tierna infancia.
Pero ya no quedan Proust sobre la tierra.
Un día puedo contarle acerca de las mentiras que ideaba y cómo manejaba a los adultos con el dedo meñique.
¡Colombine, Colombine...!
Me avisan que Julio anduvo vestido por el mundo con una sábana blanca que lo cubría por entero, para no delatar su cuerpo que se manchó completamente.
Dicen que al principio fue un pequeño prurito, cosa que todos imaginaron una alergia causada por los varillazos de la Magritte, sin embargo con el tiempo, la piel se le fue tatuando de manchas y figuras extrañas.
Lo han estudiado los especialistas de todo el planeta Tierra y nadie acierta con el diagnóstico, dado que las figuras se repiten en cada segmento de su cuerpo: rulos amarillos y unos ojos de Trina que lo atormentan día y noche.
El Dr Vicious, especialista máximo en el tema de Rorchard, ha sentenciado: descubriendo a la dueña de la sonrisa, tendréis la solución a la enfermedad. Más no puede decir, anuncia, por el asunto ese del secreto profesional.
Sin embargo, algo mencionó acerca de un solitario poeta y corrector de pruebas de una periódico chileno. Ahora responde al nombre de Mentecato, pero cuenta la leyenda que habría llegado con el principio de los tiempos, y que, en ese entonces, respondía al nombre de Julio.
Dice también que no se cubre con túnica blanca, porque eso es de fantasma, sino con un terno oscuro y un sombrero.
Creo que nos vamos acercando.
Creo entender lo que le ocurría a la niñita. Era algo muy simple y es que seguramente a ella le gustaba el niñito Julio y no sabía cómo llamar su atención, entonces, lo abordaba de un modo algo rupestre. Pero hay que reconocer que se la jugaba. En todo caso, con el tiempo, se pasmó y nunca volvió a agredir a nadie.
Mientras Sansón dormía, lalalalalala
la lila infame, lalalalalalala...
Ergo: que si le gusta un niñito, le pega o le corta el pelo, la lila infame, la lila infame....
Hola Lila!
La foto está muy linda,trae varios recuerdos al parecer.
Lamento tardar tanto,pero ya volví!
Lo que escribiste está muy emotivo,a veces suceden cosas y bueno,se necesitan culpables o se suponen algunos...
Cuidate mucho
Auf Wiedersehen!
Los recuerdos de los primeros días en la escuela son siempre confusos. Pero graciosos.
Abrazos a todos.
Ay que bien!! otra ovejita negra familiar... hasta donde me alcanza, ayer mismo, sigo siendo sospechosa de no sé bien qué... jeje
Que de recuerdos afloran a mi mente con la contemplación de esa foto, que cambiando los rostros sería muy similar a las de mi etapa de los inicios escolares.
Saludos
Hola, que buena historia la de julio, me ha gustado mucho. saludos
cristian
jajaja
Qué genial... me encantó.
Salu2.
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