Hay que asumir que se es un animal, cautivo, entre los límites poco claros del espacio cibernético, universal, dudosamente real. Soy un animal... sólo tengo esa certeza y no me queda otra alternativa que escribir poesía para humanizarme. Tal vez debo decir solamente Escribir. Sé que no es la mejor manera para instalarse en un blog dispuesta a cazar espíritus. Pero tengo un hambre de pasión metafísica que convierte en Dios todo lo que toco.
Dónde estabas tú
Había sol, se nota porque estábamos a punto de cerrar los ojos o llorar. Pero se nos habría corrido el maquillaje y tú habrías parecido una novia triste o arrepentida. Y las razones para llorar sí estaban a la vuelta de la esquina entre tiroteos y desaparecidos que nunca asistirían a la boda de nadie. La terraza de la casa es la misma donde luego jugaron nuestros hijos, protegidos por un pequeño cartel inexplicable que concedía inmunidad. Mi sobrino me contó que antes de la demolición pasó en auto por allí, forzado gracias a un desvío, y ante el horror vio cómo estaban a punto de irse al suelo todos sus recuerdos. Averiguó, y se enteró de que rematarían ventanas, puertas... y esa escalera semicircular donde jugaba. Su madre lloró cuando él le contó y también cuando me contó a mí que él se había adjudicado todas las gradas de la escalera y sus barrotes dorados. Que el dinero no le alcanzó para comprar las ventanas, con esas persianas blancas que se ven detrás de nosotras. Mi sobrino dice que hará una instalación de arte con ellas, así justifica el haber adquirido la escalera hacia esa infancia que lo había hecho tan feliz. Por mi mente veo pasar "Viaje a la semilla" como una secuencia que rueda en banda. Su madre bajó al primer piso, vestida de azul, por esa escalera que se parecía a la de "Lo que el viento se llevó" y se unió a nosotras para posar en las fotografías siguientes. Pero esas no las encuentro. .. esto sucedía a fines del año 77... ¿Y tú, dónde estabas tú?
41 Voces dicen:
¿donde estabas tú? . Nos reimos al volver a vernos en esas viejas fotografías . volver a ver los vestidos , los peinados..........
En papel blanco y negro , en sus cajas de lata , resultan imprescindibles para rescatar lo que casi perdió la memoria. besos en blanco y negro, lila.
Gracias por compartir conmigo la recuperación del tiempo, Colombine.
Besos.
viajando en el tiempo, haciendo algunas escalas en tiempos préteritos, en sueños, de ahí al futuro de estas insólitas páginas que permitirán la próxima fuga
b
hermoso recuerdo, la ciudad va explotando con nosotros adentro.
Definitivamente,
buscándolas...
.
Se ven hermosas.
.
Perdido en el siglo.
Grandiosa tu memoria ,Lilita.Haz entrado por la puerta de mi memoria,reviviendo los pasajes hermosos.
Bella foto del álbum de los recuerdos.Cuando buscábamos el pájaro azul sin darnos cuenta que estaba en nuestro jardín.
Felicitaciones por tu gran sensibilidad,haciéndome disfrutar grandiosas horas con tu arte.Me solazo con tu genialidad.
Laura
Justo hace unos días volví a leer Viaje a la semilla... Hace poco también vendieron la casa de mi bisabuela para construir un colegio... Ahora te leo y me siento igual... la tristeza de las cosas que fueron, de las fotos en blanco y negro, de los recuerdos estáticos... y pienso en Carpentier y en esa sensación de volver al útero, de retroceder un poco el tiempo y no saber ni sospechar que un día los colegios y las demoliciones...
En aquel entonces no sé, era muy chica. Pero hace poco fotografiaba ventanas para no olvidar recuerdos, como tu primo. Y ahora las miro por si se hubieran vuelto doradas... no, aún no.
1977. ¿que día y a qué hora?
En todo caso me faltaban cuatro años para empezar a hacer todo eso que dicen Los Jaivas.
Saboreando recuerdos se llena el alma de sabor a vivencias.
Saludos
Que hermoso es que afloren los recuerdos,
Y dónde estaba? Siempre presente en tu memoria.
Besitos
Nevaba intensamente... yo nunca habia visto nevar dia tras dia, ni los dibujos que hacen los hielos al pegarse en la ventana,gritaba, saltaba, aplaudia alborozada....sobre todo al principio....luego vino el silencio, la nieve cubriendolo todo, y los dias que no amanecian, para compensar llenaba el aire con olor a plumcakes and muffins...y no estaba en España...
Ya me va quedando claro que algunos de mis amigos navegantes tienen buena memoria, o son capaces de crear una situación en la que pueden instalarse como si asistieran a ver una película de su vida, pero hecha por otro. Algunos no nacían aún, otros quisieran no haber nacido todavía para hacer más duradera la juventud. Otros sólo guardan fotografías a color o videos. A mí me encantaría decirles que conservo un daguerrotipo de cuerpo entero que me tomó Nadar.
Yo ya sabía caminar y jugar con barro y ese día estaban todos alerta para que no manchara mi ropa nueva porque iríamos a una fiesta. Y de la fiesta no supe nada, seguramente me dormí. ¿Y "Los jaivas"? ellos son memorables.
Se me olvidó decir que según mis averiguaciones todo eso ocurrió el 27 de diciembre del 77.
Em 1977, tinha 7 anos, começa a minha escola:))
é uma maneira bonita de seguir a linha do tempo e ir até à infância
La casa de los recuerdos. Cuando demolieron la nuestra mi hermano compró las rejas de los ventanales y hoy las tiene en la suya. Por lo menos eso se salvó. Y hablando del 77, ese fue un año crucial para mi vida y un punto de inflexión. Alguna vez escribiré esa historia. Abrazos.
¿no estaba yo en esa fiesta?
bella imagen
salu2
Los Jaivas - Donde Estabas Tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
cuando había que...
mudar la ropa, limpiar el baño,
pagar la luz, sacar la basura,
hacer las camas, ordenar las cosas
conversar un poco, salir a comprar,
limpiar el futuro, prender el horno,
salir al mercado, vender las botellas,
remojar los porotos, lustrar la razón...
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
dime dónde estabas tú
Dónde estabas tú
ayer, dónde estabas tú
cuando había que...
zurcir calcetines, tocar pajaritos,
comprar lana, juntar las tazas,
vender ropa vieja, limpiar la cocina,
pasar el trapero, hablar de tu vida,
tender la ropa, comprar el gas,
cocer las lentejas, prender el cielo,
hacer las cortinas, reparar tus días...
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
ayer, dónde estabas tú
Dónde estabas tú
dime dónde estabas tú
Dónde estabas tú
a dónde, dónde, dónde,
Dónde estabas tú
dime dónde estabas tú
Dónde estabas tú
cuando había que...
comprar la verdura, medir la distancia,
juntar corazones, vender la conciencia,
barrer la mentira, sacar las nubes,
coser los sermones, comprando olores,
zurcir la cultura, ordenar los sueños,
recojer ideas, colar el pasado, aliñar el amor...
Dónde estabas tú
Dónde estabas tú
amor, dónde estabas tú
Dónde estabas tú
dónde, dónde, dónde,
Dónde estabas tú
dime dónde estabas tú
Dónde estabas tú
¡No sé! No sé dónde estaba...
No sé nada.
¡No sé! No sé dónde estaba...
No sé nada.
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¿todo eso había que hacer?
Entonces, yo estaba muy lejos (por suerte) .
Hay que reconocer que la vida diaria da su trabajo. Con prender el cielo, lustrar la razón, colar el pasado, ordenar los sueños y limpiar el futuro debiera ser suficiente.
Por eso que dan ganas de salir arrancando cuando a uno le cae el tejo de lo que pesa... y lo que cuesta.
Abrazos a todos los que estaban y los que están, porque de algún modo sabemos que estamos limpiando la Red con nuestras propias huellas.
Cuando tenía siete años, un viejo tío regresó al pueblo después de muchísimos años. Lo acompañé al mar y frente a él, lloró por un largo rato. Todos los que alguna vez habían llenado su adolescencia ya no estaban. Las casas que él conocía habían sido demolidas. Las adorables muchachas de su pasado estaban locas o sepultadas bajo la dura nostalgia y las arrugas.
Este tío era idéntico a Ernest Hemingway y su barba blanca lo hermanaba con el escritor norteamericano.
Cuando yo volví a mi pueblo después de 25 años, me fui al mar y también lloré como mi viejo tío.
Mi casa de la infancia, poblada por todo el amor, sólo la habitaban una viejísima tía y una prima de ojos sin luz.
Busqué en mi habitación de la niñez el álbum que tenía de James Dean: había una hoja amarillenta con mi caligrafía juvenil. Leí con atención. Y decía: "Algún día seré un intrépido capitán..."
"Algún día tú me amarás."
"Algún día nuestros hijos serán hermosos capitanes."
"Y nuestros días serán de camaleones y cigarras."
"Seremos alados."
"Sobre el tejado intentaremos volar hacia todas las rutas celestes."
"Tu larga cabellera rubia será el sol y el oro del planeta."
Y la escala al ático estaba en penumbras, podrida y con musgo de una honda tristeza...
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Bellísimo tu texto, querida Lila.
Y aquí estamos intentando volar hacia todas las rutas celestes aunque la escalera esté cubierta de musgo y resbalemos al pasado para recuperar álbumes y fotografías, querido Mentecato. A pesar de todas las demoliciones, nuestras plumas siguen recreando esos recuerdos, en este barco azul donde somos Almirantes de la Vida. ¿o no?
Felicitaciones
Está buenísimo tu blog, me gustó mucho, especialmente el post de los post de
Mona...
Lisa...
Bella
se agradece
un abrazo
Lila,
Dónde estabas tú?!
Irei te linkar no meu blog.
Besos y abrazos,
Pedro
MMMmmm doinde estaba yo? pues año 77 con 9 años de edad pues d eseguro jugando a la bailarina :-)
Me encanta ver fotografias antiguas , justo hoy miraba algunas y es volver en el tiempo :-)
Besitos Lila
Mañana al atardecer engancharé mi carro al Tren de Poesía. Dado el tema de la locura (tan seductora y contagiosa ella), prefiero un viaje nocturno, por si hay que arrancar, esconderse o desaparecer.
Esa foto me trajo recuerdo, recuerdos que son universales, y que como dijo Colombine viven en una lata o una caja antigua. Me encanta detenerme a ver de vez en cuando las viejas fotos...Un beso enorme!
Yo no estaba... y sin embargo estuve.
Recuerdos de detalles sin importancia, que a la larga, fueron los mas importantes.
yo? no lo digo... yayaya
a mi me encanta las fotos a blancoe negro...
beijos blancos e negros
Como todo sucedía durante el siglo pasado, me quedé en la escalera subiendo y bajando, porque fue lo único que aprendí a hacer.
Era necesario escapar de todo: del vestido azul, de los matrimonios para toda la vida, y especialmente de las fotografías engañosas que caminan a los cementerios de la posteridad.
Allá van dos mujeres bellas y jóvenes, retratadas en todo su esplendor para que las reconozcan cuando toquen la puerta del cielo.
Las amo hermanas!
Yo me quedo subiendo y bajando las escaleras con mi vestido azul de tiempo.
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¿Quién es ese Mentecato que nada de tal tiene?
Me hicieron llorar tus recuerdos, porque es la memoria colectiva que opera en cada uno de nosotros.
Gracias Mentecato
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