Encarnación del expresionismo
Video: Edvard Munch. Realización: Palabraserrantes. Música: Henryk Górecki, Symphony Nº3, Op.36.
Encarnación del expresionismo
Sabía que algún día deberíamos empezar a despedirnos
Que no hay caso con el tiempo y que no vale la pena engañarse
Y no es cosa de darse la mano y hacer un gesto que se vea casual
Ya nos veremos otra vez
Gracias por todo
Padre madre
Hermanas
Amados amigos y amores
Hijos
Fuera del azar que nos sorprenda
con alguna jugada desafortunada
La certeza
Todos
Todos
Estamos a punto de traspasar esa puerta
Y
Debemos aprender a despedirnos
Últimamente eludo su nombre
E intento sostenidamente de evitar el filo de su espada
Pero su brillo ciega
A veces
En esas mañanas en que las sábanas parecen sudarios
Y al desplegarlas caen las preguntas
Que vienen de tiempos tan remotos
Y que parecieran cubrir el origen de todos los lenguajes
Vengo por usted
Parecen decir
Lo espero
No se preocupe
No lleve nada
Que el camino es largo
Y la carga pesa
Y no hay a quien más entregarla
No se confunda
Acaso no leyó las señales
No aprendió
No sospechó
De qué se trataba
No oyó la música
No distinguió la soledad infinita
de las estrellas
Hay que despedirse por adelantado
y ser agradecido
pero duele fuerte el corazón
cuando se ve agobiado por las sombras
y no hay cómo calmarlo
Es el techo que se cae a pedazos
y comienza a filtrar la luz
y las goteras estancadas
y esas hojas secas de un antiguo otoño
esas hojas que no volaron
serán los fósiles que formarán el mármol del sueño
donde nos perderemos un día
Hay que despedirse
y dar las gracias
Ya sabemos del sacrificio
y del altar donde cada cual ha entregado su pasión
Y aunque de nada sirve
hay que reconocer que existió la posibilidad
de ser mejor
pero la niebla
es como una cortina que se mueve con el viento
y el paisaje cambia demasiado rápido
y luego
cuál era el camino
dónde está indicada la mejor decisión
Tampoco es conveniente una despedida rotunda
o retirarse indignado maldiciendo
a medio mundo
no hay que cerrar las puertas
Y hay que buscar la luz
Por sobre todo
Hay que buscar la luz
(Lila Calderón)
12 Voces dicen:
Hermoso y conmovedor poema para esta mañana nublada y fría de miércoles de verano donde estoy aprendiendo a despedirme, reconociendo que existió la posibilidad de ser mejor.
Sólo quiero no salir maldiciendo ni golpeando las puertas, que es lo que la realidad merecería, pero yo no. Siempre habré de preferir la luz.
Salud, Lilita, y aprendamos a despedirnos, tú y yo, sin dejar que nos sangre el corazón ni se nos nuble el alma.
Resultó tan oportuno este poema.
Precisamente ahora cuando acabo de enterarme de que un amigo partió esta madrugada . De pronto , sin ningún aviso ni despedida . No dijo adiós a nadie ni siquiera a la mujer que estaba tendida a su lado, ni siquiera a ella que intentó despertarlo esta mañana.
Ayyyy, no sé qué decir.
Lila,
Não aprendi a dizer adeus...
"Hay que buscar la luz,
Por sobre todo".
Beijos,
Pedro
¡¡¡Qué emocionante lo que escribió Colombine, funciona como un microcuento!!!
Siempre vuelvo por acá. Me habría gustado que las musas me dictaran a mí este poema, pero ellas saben a quién eligen: a la mejor de todas.
Por lo menos me queda el consuelo de venir a leerlo y soñar con el camino amarillo de Dorothy.
Hola Lila, borré mi comentario porque me dio un poco de plancha que vieras mi blog que se transformó en un especie de diario de vida, pero igual entraste así que aprovecho de felicitarte y contarte que me alegró mucho descubrirteeee. Un abrazo grande de este Paulo Domínguez que te recuerda con mucho cariño
¡¡Pauloooooooo!!
Somos un diario de vida
y al parecer
todavía escribimos.
Abrazos querido amigote, me alegra volver a saber de ti.
Lila te agradezco tu comentario absolutamente sanador, no estoy pasando por un buen momento, me inunda una profunda desilusión, pero sin duda que haberte reencontrado tiene un sentido profundo y mágico para mí.
Un gran abrazo
Paulo
La naturaleza humana tiene sus propios riesgos.
El dolor de la existencia está ahí, siempre, haciéndose notar.
Estas palabras han traspasado mis huesos...
Llegué de casualidad y volveré, este sitio me ha encantado.
besos!
Nuestros huesos son semillas que enraizan en el viento. La perpetuidad es tránsito. Hoy somos, algún día dejaremos de serlo. El sentido próximo de la existencia es la metamorfosis: dejamos de ser para ser otras cosas (a nivel microcelular y espiritual también). La experiencia de Gregorio Samsa, que no es otra cosa que la puesta en escena de las concepciones budistas, no fue en vano. Cada día es irrepetible, único, por eso levanto mi copa y brindo por la vida. ¿De qué otro modo podríamos encontrar algo tan hermoso? Un abrazo mi querida amiga, ya no soportaba la distancia.
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