Giorgio de Chirico
(L'anello del ritorno, Eremo9, Italia)
La ciudad inhabitada
Paseo por las plazas buscando la salida
Todo gira
y vuelve al principio
sólo cambian las luces
algunas instrucciones
acerca de no mirar a la cámara
no revelar el falso nombre en vano
seducir al reflejo del espejo
sacarse los guantes de encaje
colgar el abanico
admitir
la presencia de un alma de claves
que se hace necesaria
para encontrar el nuevo mundo
en esta historia de salones y gobelinos
catacumbas cielos abiertos
y pinturas teatrales
Acepto
y hago sonar las campanas
todo sea por ir a ese encuentro
crucial
con la Poesía
19 Voces dicen:
me gusta De Chirico ,
ya los sabes.
me gustan las plazas solitarias ,
los laberintos con luz de sol ,
el enorme escenario ,
los desdeñosos héroes.
demasiado grande para un hombre,
lo sé.
demasiado grande
para quien no sabe callar
y rebela su nombre en vano,
para quien se deja seducir
por todos los espejos
y se pierde al final entre las sombras.
Demasiado grande, es cierto, pero hay que perderse al final, entre las sombras... tú lo has dicho.
El encuentro con la poesía en la ciudad inhabitada, es una profunda metáfora sobre la vida y la muerte. Abrazos.
Lilita, gran poema, como todo lo que escribes y haces y logras que hagan los que estamos cerca de ti.
Gracias
Paréntesis: se me desapareció el cuadro de Rousseau en mi cuento "Nativa".
Tú que todo lo sabes, y lo que no, lo inventas, ¿podrías decirme qué habrá pasado?
¿No serán los fantasmas del castillo de king Lear?
¡¡¡Socorro, Triministra, acudo a vuestros consejos y soluciones!!!
Therese
Entre coordenadas de corazón a corazón, de palabra y pensamiento, por ser vos quien sois.
Therese, nada ha desaparecido. Todo está igual, ya fui a ver. Te lo aseguro. Ni fantasmas ni desapariciones no programadas.
Me gustó todo. Todo.
Besos.
Belleza. Conexión de bellezas.
Gracias por tus rizos, Lilita.
Volvamos.
¿Cómo está la ciudad a estas horas? ¿Han cesado de tocar las campanas?
¿Duermen ya las estatuas y las sombras que amo Madre de Dios?
La luna hace equilibrios ebria entre los soles.
Hoy vela la locura.
La verdad sea dicha sin adornos.
con las palabras justas
Así es sabio Colombine.
Una amiga me dijo una vez, que Poesía tenía las alas rotas, que por eso venía en las noches a cantar bajo su ventana, para ver si ella se compadecía y le dejaba volar en el cielo de sus palabras. Pero ella nunca escuchaba, prefería los libros de matemáticas y la ciencia. Un día, Poesía se cansó de cantar bajo su ventana y decidió vagar por el mundo a ver quien le escuchaba, pero fueron pocos. En un bar se encontró a una mujer, quien le invitó un trago al verlo sólo y triste. Poesía sonrió y levantó el vaso en señal de agradecimiento. La mujer devolvió el gesto y le invitó a que se acercara. ¿Cómo puedes verme? Son pocos los que pueden -le dijo poesía-. La mujer sonrió tímia, no djo palabra. Poesía le preguntó el nombre. La mujer contestó -me llamo Lila y estoy a tu servicio-. Poesía habló toda la noche y como ninguno se cansaba Lila lo invitó a su estudio. Cuando entró Poesía sus alas dejaron de ser plumas rotas y se convirtieron en dos hermosos brazos que abrazaron a Lila hasta despuntar el alba. Sobre el escritorio Lila despertó y vio que frente a sus ojos habia una vitácora de viajes de poesía, que llevaba por título: Animal Cautivo y una pluma blanca de ave que decía en letras doradas: Escríbeme y seremos libres.
Gracias Armando, hermoso regalo me traes, como siempre. Eres un amigo maravilloso.
Abrazos.
Qymera, Lila
quieres matarnos de belleza?
Ay Dios mío...
imagino tu alma en medio de tantas imágenes.
Asi que eras tu la del alboroto de campanas. !Que despertar tan maravilloso!
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