La rueda de la fortuna
El pícaro
(Esopo)
Ocurrió una vez que un pícaro se propuso demostrar ante la comunidad, que el oráculo de Delfos mentía para salvarse así de un lío en el que se vio comprometido.
Cuando llegó el día previsto, el pícaro tomó un pajarito y, escondiéndolo bajo de su manto, se dirigió hacio al templo.
Una vez al frente del oráculo, alzó la voz y lo desafió preguntándole si lo que tenía en la mano era un ser vivo o un ser inanimado.
Si el dios decía inanimado, el hombre mostraría al pajarito vivo; si por el contrario, respondía vivo, lo enseñaría muerto, después de haberlo asfixiado.
Pero el dios, percibiendo la artimaña del pícaro, respondió:
Deja tu engaño, mal hombre, pues bien sabes que de ti depende que lo que tienes en la mano se muestre vivo o muerto.