Esta novela narra la historia de un elefante que ha trabajado durante toda su vida en un circo hasta que recibe el sobre azul con su despido. El señor Corales, su jefe, le hace ver que ya está muy viejo y por necesidades de la empresa es hora de reemplazarlo. Así comienza su mayor desafío, resistir el dolor, la desilusión, enfrentar la cesantía, postular a nuevos empleos, replantearse su vida. Debe abandonar la burbuja y aventurarse en una ciudad que le parece confusa, hacer nuevas relaciones y aplicar todo su ingenio para encontrar las herramientas que le permitan vencer uno a uno los obstáculos. Finalmente descubre que siempre es posible abrir nuevos caminos siendo fiel a su propia naturaleza. Ello le permitirá viajar, conocer personas y lugares cruciales, asombrarse con las maravillas del mundo interior y exterior, experimentar la liberación al soltar sus propias cadenas, superar temores y amar.
¿A qué lectores le recomendaría Las Fiestas Patrias del Elefante?
-A lectores de toda edad, es una novela de transición. El Elefante migra desde un lenguaje que va mutando en la medida que se toma su tiempo para reflexionar, autoconocerse y peregrinar hacia su interioridad. Va profundizando, cambiando su mirada y su lenguaje. Es así como reconoce sus raíces, recupera su naturaleza, puede valorar su migrancia y decidir sobre su futuro, cuestionando con humor las imposiciones de su narradora y de su editora. Esa es la verdadera libertad que el personaje establece como ser literario al ir cavilando sobre el transitar en un territorio sin fronteras, real o imaginario. Este libro es para un lector de hoy, sin edad, a diferencia de las novelas anteriores como “Lily y el Conejo Dorado” (2016) o “La Constelación de la Serpiente” (2017), entre otros títulos de mi autoría publicados por Ediciones del Gato. Aunque los temas de igual manera nos conectan a todos, así sea abordar las complejas relaciones humanas y animales, las comunicaciones, la tecnología, avances científicos, amenazas medioambientales y las preocupaciones inmediatas de cualquier ciudadano común, como el amor, la soledad, la justicia, etc. En “Las Fiestas Patrias del Elefante”, es la existencia también la que plantea las mismas problemáticas de siempre, pero con un mayor cuestionamiento para provocar el mirarse en el espejo y bucear dentro de las aguas ondulantes de un reflejo que a veces pareciera no representarnos.
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