Dalida (Por Alfonso Calderón)
Dalida
Me parece recordar ese momento de oro de la política francesa, en los 80, cuando Dalida encabeza la marcha en homenaje a alguien que ella amó: Francois Mitterand. Su energía, su pasión, su compromiso con la izquierda francesa la volvieron parte del triunfo del presidente. Cuando ella se suicidó en 1987, Mitterand dijo: “Dalida dejará el recuerdo de una gran artista que ha exaltado la canción francesa y, también, aquel tan suyo, el de una mujer generosa y desdichada”.
Mitterand y Dalida.
Era una mujer capaz de dar apoyo e ir en ayuda de otros en el mundo del espectáculo. Contribuyó a hacer conocido al cantante Luigi Tenco, a quien amó y presentó en el Festival de San Remo. Al no triunfar la canción, en 1967, Luigi Tenco se suicidó. Dalida trató de seguirlo en la solidaridad y en la derrota, pero fue salvada.
Luigi Tenco
La admiración que yo sentía por ella comenzó a manifestarse en 1956, cuando interpretó, a los 23 años, “Ciao, ciao, bambina”. En 1999, durante un viaje a París caminé por Pigalle, crucé la Place Clichy y fui a visitarla al cementerio de Monmartre. Allí están enterrados, entre otros, Stendhal, Offenbach (el compositor más famoso durante el segundo imperio francés de Napoleón III. Offenbach, tan conocido por la música puesta a los cuentos de Hoffman, opereta de la cual siempre se recuerda la famosa Barcarola, que inspiró a Neruda su célebre libro “La barcarola”).
Luigi Tenco y Dalida.
Curiosamente en el cementerio se encuentran muy cerca las tumbas de Alejandro Dumas (hijo), el autor de “La dama de las camelias”, célebre novela romántica, (ustedes pueden ver la película en donde actúan Greta Garbo y Robert Taylor), y Margarita Gautier, quien no se llamaba así, pues su nombre era Alphonsine Duplesis. La inscripción en la tumba dice que murió a los 20 años y que inspirará a Dumas para crear a la heroína de su novela.
Otros ilustres difuntos enterrados allí: el pintor Degas, los hermanos Goncourt, el poeta Heinrich Heine, el bailarín Nijinsky, la célebre madame Recamier, (usted puede ver las pinturas de ella hechas por David y por Magritte), el poeta César Vallejo, el pensador Ernesto Renan y el cineasta Truffaut.
"Madame Recamier", de David, y la versión de Magritte.
Las tumbas de Nijinsky, Dumas y Alphonsine Duplesis.
Sin embargo, Dalida, “la mujer generosa y desdichada”, vive ahí, en la paz de su tumba y suele ser visitada por muchos admiradores. Hay siempre flores. Ella era totalmente de Montmartre (el nombre de este lugar proviene de la expresión “monte de los mártires”).
Como despedida a esta siempreviva de la muerte es bueno oírla cantar, pues, a despecho de la vida, ella sigue haciéndolo.